Castellers: Las Torres Humanas de Cataluña

 Castellers: Las Torres Humanas de Cataluña

¡Hola, compañeros buscadores de aventuras a Castellers! Hoy los llevaré en un viaje al corazón de Cataluña, España, donde exploraremos una tradición que encarna la fuerza, el equilibrio, el coraje y el juicio sensato, al mismo tiempo que fomenta un profundo sentido de espíritu comunitario. Estoy hablando de las impresionantes torres humanas conocidas como ‘castells’.

Imagínate esto: una estructura imponente, de seis a diez personas de altura, que se yergue contra el telón de fondo de las bulliciosas ciudades y plazas de Cataluña. Estas increíbles hazañas de ingeniería humana datan de finales del siglo XVIII en la región del Camp de Tarragona, Cataluña. Desde entonces, se han extendido como la pólvora por toda la región e incluso más allá.

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Cada pueblo catalán cuenta con sus propios equipos de Castellers, pero no esperes que estas actuaciones sean competencias despiadadas. No se trata de superarse unos a otros, sino de superar sus límites y conquistar nuevos desafíos. Los grandes encuentros, como los bienales ‘Castells de Tarragona’, son más bien una rareza que la norma.

Si alguna vez tienes la suerte de presenciar una actuación de Castellers, hay algunas reglas no escritas que debes recordar, aunque no encontrarás un reglamento para torres humanas en ningún lugar. Cada versión suele implicar a tres equipos, cada uno construyendo tres torres humanas y una columna de despedida. Estas torres tienen nombres que reflejan el número de niveles y castellers por nivel, como ‘4 de 9’. Se requiere un mínimo de 6 niveles para que se califique como un castell, excepto en el caso de la columna, que puede tener cuatro niveles.

Y hablando de niveles, cada parte de la torre, incluyendo sus valientes integrantes, tiene un lenguaje propio. Está la base, que proporciona el soporte crucial. Luego viene el tronco, coronado con una cúpula. En las torres más altas, es posible que veas una cubierta o base auxiliar y abrazaderas para reforzar la estructura.

En la cima de todo está el coronador, y cuando ese valiente alza su brazo, es hora de un estruendoso aplauso por parte del público. Pero no te equivoques; esto no sucede de la noche a la mañana. Los Castellers practican incansablemente, y cada miembro tiene un papel específico, con frecuencia los niños ocupan las posiciones más altas, protegidos de manera segura con cascos.

Aquí está la clave: cuanto más bajo estés en la torre, más difícil es ver lo que está sucediendo. Por lo tanto, la música viene al rescate, guiando el proceso de construcción. Instrumentos como la gralla, un instrumento de viento tradicional catalán, y tambores marcan el ritmo y las etapas del ascenso de la torre.

Y sí, a veces estas increíbles creaciones humanas se derrumban, y lo llaman ‘hacer leña’. ¡Pero no temas! Los Castellers están entrenados no solo para tener éxito, sino también para caer de manera segura. Aprenden a manejar las caídas y a minimizar las lesiones.

Pero aquí está la cosa: el éxito supremo no radica solo en construir la torre, sino en el desmantelamiento controlado. Cuando un castell se desmorona sin problemas, es motivo de celebración, con los equipos felicitándose mutuamente por su triunfo.

Ahora, hablemos de los equipos de ensueño detrás de estos castells. No se trata solo de la actuación, sino que reflejan a sus comunidades. Estos equipos pueden tener desde cien hasta mil miembros, dirigidos por un líder. Y aquí tienes un dato curioso: aunque las mujeres no se unieron de manera importante hasta la década de 1980, ahora son una parte integral de los equipos de Castellers.

Los nombres de los equipos suelen rendir homenaje a su lugar de origen, como ‘Xiquets de Valls’, ‘Marrecs de Salt’ o ‘Castellers de Barcelona’. Y en lo que respecta a los trajes, también son muy importantes. Cada equipo lleva su camisa de color propio, a menudo en tonos de rojo, azul o verde. Incluso usan diferentes tonos como si estuvieran trabajando con una carta de colores Pantone para evitar confusiones.

El conjunto comprende pantalones blancos, un fajín negro en la cintura y una pañuelo de lunares rojos. Estos elementos no son solo cuestión de estilo; cumplen múltiples funciones, desde proteger las muñecas hasta mantener el cabello bajo control y proporcionar sombra en los días soleados. Y no olvidemos las insignias en el pecho, que sellan la identidad del equipo.

Castellers

Así que ahí lo tienes, un vistazo al cautivador mundo de los castells en Cataluña. Con 104 equipos que construyen alrededor de 10,000 torres humanas al año, estos espectáculos imponentes marcan ceremonias y celebraciones únicas, como el tributo al legendario artista Salvador Dalí en su ciudad natal, Figueres.

Y si alguna vez te encuentras en Girona, podrías presenciar al equipo Marrecs de Salt, quienes han mantenido viva la tradición durante eventos locales, especialmente la Feria de Sant Narcís a finales de octubre desde 1997.

Entonces, la próxima vez que estés en Cataluña, mantén los ojos bien abiertos para estas impresionantes torres humanas y recuerda que no se trata solo de llegar a la cima; se trata del viaje, la comunidad y el espíritu inquebrantable que hace que los Castells sean realmente extraordinarios.